Sobre mí
Mi historia con la costura empezó siendo un niño, junto a mi madre, que fue mi primera maestra.
Más tarde estudié en la Escuela Imagen y aprendí de grandes profesionales como el maestro sastre Fernando Rodríguez Ávila. Desde entonces, llevo más de 25 años dedicándome a lo que más me llena: vestir a mujeres con prendas únicas, hechas a medida y pensadas para durar.



Me gusta definirme como modisto porque disfruto cada parte del proceso, desde el patrón hasta el último detalle.
Para mí, un vestido no solo debe sentar bien, debe emocionar. Por eso, cada mujer que confía en mí recibe una atención cercana, honesta y completamente personalizada.